En el marco del segundo día del IX Congreso de la Rueda de Turismo Social y Sindical, el investigador español y coordinador de Alba Sud, Ernest Cañada, compartió una exposición que invita a reflexionar sobre el estado actual del turismo y sus múltiples dimensiones sociales, económicas y ambientales.

Su presentación se centró en una de las tres investigaciones que actualmente está desarrollando, vinculada directamente al turismo sindical. Desde una mirada crítica, Cañada analizó cómo esta actividad ha sido atravesada por crisis globales, qué malestares genera en distintos actores sociales, y cuáles podrían ser los caminos para reorganizarla de manera más justa, sostenible y centrada en el derecho al descanso.

Dos crisis que marcaron un antes y un después en el turismo
Cañada identificó dos transformaciones históricas clave que impactaron profundamente en la actividad turística:
- La crisis financiera de 2008, que representó un punto de inflexión en el crecimiento global del turismo, dejando al descubierto sus vulnerabilidades estructurales.
- La pandemia de COVID-19 en 2020, que paralizó por completo la actividad turística.
Malestares que no se pueden ignorar
Uno de los ejes más potentes de la exposición fue el análisis de los múltiples malestares que genera el turismo contemporáneo. Cañada destacó tres en particular:
1. Malestar territorial
En los territorios más turistificados, las comunidades locales experimentan una sensación de desplazamiento.
2. Malestar laboral
Las personas que trabajan en el sector turístico enfrentan condiciones laborales cada vez más precarizadas
3. Malestar de la clase trabajadora
Para amplios sectores de la clase trabajadora, el derecho a vacacionar se vuelve un privilegio inaccesible. La desigualdad social también se refleja en quiénes pueden acceder al turismo y bajo qué condiciones.
Repensar el turismo desde el cuidado y la justicia social
Ante este panorama, Ernest Cañada propone repensar la organización del turismo desde una lógica de cuidado ambiental y justicia social. Algunas claves para avanzar hacia ese horizonte:
- Priorizar distancias cortas y medios de transporte menos contaminantes.
- Incorporar la dimensión ecológica y comunitaria en la planificación turística.
¿Cómo intervenir para transformar?
Cañada plantea dos líneas de acción clave para pensar una transformación profunda:
1. Poner límites al capital
El turismo no puede quedar librado exclusivamente al mercado. Es necesario que el movimiento sindical, junto con empresas responsables, organizaciones sociales y ambientales, establezcan límites al avance del capital en el sector.
2. Construir propuestas para la clase trabajadora
Desde el estado, las organizaciones sociales y la auto-organización.
Visibilizar, conectar y politizar el turismo
En lo inmediato, Cañada propone tres caminos:
- Visibilizar experiencias ya existentes de turismo social y sindical.
- Generar redes que fortalezcan estas prácticas y les den continuidad.
- Politizar el turismo, es decir, poner en el centro las necesidades de las mayorías y trabajar por un modelo turístico que garantice el derecho a la recreación.